VIDEOCLIP «Coup de grâce»
Short Experimental Film –
In Paris, a bewildered young man confides in his barber about an unusual encounter.
International Premiere – Centre Pompidou – Modern Art Museum in Paris (October 2013)
North American Premiere – San Jose Short Film Festival (November 2013)
Directed by Justin Wu
Written by Alessandra Ferreri
Starring Matthieu Charneau, Tara Jean, Michael Marenco & Frederic Quiring
Produced by Justin Wu, Duncan Way & Louis Le Bayon
Director of Photography – Kevin Foong
Assistant Director – Pierre Tringale
Editors – Pierre-Louis Guetta & Justin Wu
Music by Atrey
Costume Designer – Simon Gensowski
Sound Design & Boom Operator – Pierre-Louis Guetta
Lighting Assistants – Lauren Cooper & David Mcdonald
Make-Up – Mohammed Bouarib Ben
Hair Stylist – Michael Marenco
Graphic Designer – Joel Utter
Production Assistant – Lorena Villanueva
Dalila dijo a Sansón: «Vamos, dime de dónde sacas tanta fuerza y con qué habría que atarte para tenerte sometido».
Sansón le respondió: «Si me atan con siete cuerdas de arco todavía frescas, que no se han dejado secar, yo me debilitaría y sería un hombre como cualquiera».
Los príncipes de los filisteos le mandaron siete cuerdas de arco frescas, sin dejarlas secar, y Dalila lo ató con esas cuerdas.
Y como ella tenía a unos hombres emboscados en la habitación, le gritó: «¡Sansón, los filisteos se te vienen encima!». Pero él rompió las cuerdas de arco como se rompe un cordón de estopa al primer contacto con el fuego. Y no se descubrió el secreto de su fuerza.
Entonces Dalila dijo a Sansón: «Me has engañado y no me has dicho más que mentiras. Ahora dime con qué habría que atarte».
Él le respondió: «Si me atan fuertemente con cuerdas nuevas y sin usar, yo me debilitaría y sería como un hombre cualquiera».
Dalila tomó unas cuerdas nuevas y lo ató con ellas. Luego gritó: «¡Sansón, los filisteos se te vienen encima!». En la habitación había gente emboscada, pero el rompió las cuerdas de sus brazos como si fueran un hilo.
Dalila dijo a Sansón: «Hasta ahora me has estado engañando; no me has dicho más que mentiras. Vamos, dime con qué habría que atarte». Sansón le respondió: «Si entretejes las siete trenzas de mi cabellera con la urdimbre de un tejido, y las fijas con una clavija de telar, yo me debilitaría y sería como un hombre cualquiera».
Entonces ella lo hizo dormir, entretejió las siete trenzas de su cabellera con la urdimbre de un tejido y las fijó con la clavija. Luego le gritó: «¡Sansón, los filisteos se te vienen encima!». Él se despertó de su sueño, y arrancó la clavija y el tejido. Y no se descubrió el secreto de su fuerza.
Entonces ella le dijo: «¿Cómo puedes decir que me quieres, si tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces y no me has revelado de dónde sacas tanta fuerza».
Y como todos los días lo acosaba con sus palabras y no dejaba de importunarlo, fastidiado ya hasta de la vida, él le abrió todo su corazón y le dijo: «La navaja no ha pasado nunca por mi cabeza, porque estoy consagrado a Dios desde el seno de mi madre. Si me cortaran el cabello, mi fuerza se apartaría de mí, me debilitaría y sería como los demás hombres.»
Dalila comprendió que él le había abierto todo su corazón, y mandó llamar a los príncipes de los filisteos, diciendo: «Suban esta vez, porque me ha revelado todo su secreto». Los príncipes de los filisteos fueron a verla, llevando el dinero convenido.
Luego ella durmió a Sansón sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, que le cortó las siete trenzas de su cabellera. Así él comenzó a debilitarse y su fuerza se apartó de él.
Dalila gritó: «¡Sansón, los filisteos se te vienen encima!». Al despertar de su sueño, Sansón pensó: «Saldré del paso como las otras veces y me libraré». Pero no sabía que el Señor se había apartado de él.
Los filisteos lo tomaron prisionero, le vaciaron los ojos y lo hicieron bajar a Gaza. Allí lo ataron con una doble cadena de bronce, y él hacía rodar el molino en la cárcel.
Libro de los Jueces (capítulo 16)