«Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos».
Con esta frase abría el primer disco la cantante norteamericana Patti Smith, el mismo que es considerado aún hoy como uno de los debuts más contundentes de la historia del rock. Aquí va entonces un repaso por quien fuera admiradora de Rimbaud, amante de Sam Shepard y del fotógrafo Robert Mapplethorpe y viuda del guitarrista Fred «Sonic» Smith (ex MC5)
Robert Mapplethorpe nació en 1946 en Floral Park, Nueva York, un vecindario de Long Island, que él mismo recordaba diciendo: «Yo vengo de la América suburbana. Se trata de un entorno muy seguro, y es un buen lugar para haber venido de él, en el sentido de que era un buen lugar para salir de casa.» desarrollando desde su adolescencia un interés hacia el homoerotismo. Cursó estudios superiores en el Pratt Institute de Brooklyn desde 1963 a 1970, donde produjo obras de arte en una variedad de medios de comunicación. No utilizaba aún sus propias fotografías, pero en sus obras incorporaba muchas imágenes fotográficas que conseguía de varias fuentes, incluyendo páginas arrancadas de libros y revistas. Este temprano interés reflejaba la importancia de la imagen fotográfica en la cultura y el arte de su tiempo, incluyendo el trabajo de artistas tan notables como Andy Warhol, a quien Mapplethorpe admiraba enormemente. Todavía no se consideraba a sí mismo un fotógrafo, pero deseaba utilizar sus propias fotografías en sus pinturas, en lugar de imágenes sacadas de revistas. «Nunca me gustó la fotografía», fue citado diciendo, «No la fotografía en sí. Me gusta el objeto. Me gustan las fotos cuando las tienes en la mano». Sus primeras polaroids consisten en autorretrtos y la primera de una serie de retratos de su amiga, la cantante-artista-poeta Patty Smith.
A mediados de la década de 1970, adquirió una cámara Hasselblad de formato medio y comenzó a tomar fotografías de un amplio círculo de amigos y conocidos, incluidos artistas, compositores, y gente de la alta sociedad, así como actores pornográficos y miembros de la comunidad sadomasoquista underground. Algunas de estas fotos fueron impactantes por su contenido, pero exquisitas en su dominio técnico.
Solicitado como fotógrafo editorial, realizó retratos de famosos para revistas como Vogue y Vanity Fair. En la década de 1980 se refina su estética, realizando fotografías de desnudos de aspecto escultural, tanto de hombres como de mujeres, delicados bodegones de flores, y retratos de artistas y celebridades con un énfasis en la belleza formal clásica.
La polémica en torno de su arte no fue casual. Mapplethorpe buscó la presencia de temática homosexual, utilizó como modelos a actores del cine pornográfico y elementos de la cultura sado-masoquista de forma intencional, temas controvertidos que con el tiempo fueron utilizados como símbolos de la cultura LGBT en su lucha por la igualdad y el reconocimiento.
Mapplethorpe se convirtió en un referente para ambos lados de la «Guerra Cultural Americana». Su exposición «El momento perfecto» dió lugar al procesamiento del director del Centro de Arte Contempráneo de Cincinnati, Dennis Barrie, bajo la acusación de «obscenidad y pornografía infantil». Aunque tanto Barrie como el Centro de Arte Contemporaneo fueron absueltos, una de las consecuencias fue la demostración de lo amenazadoras que las imágenes de homosexualidad masculina podían resultar para el público norteamericano.
Robert Mapplethorpe falleció en la mañana del 9 de marzo de 1989, en Boston, a los 42 años de edad. Sus cenizas fueron enterradas en la tumba de su madre, en Queens, Nueva York. Su nombre no aparece en la lápida, marcada con la palabra Maxey.
Post inacabado (el tiempo se me escurre entre los dedos de las manos)