Fotografía de Antón Chroma |
«Harto de la ciudad, me fui a Menorca, donde conocí a Flaco (Barral) y me acogió en su casa. Allí preparamos el disco. Poco a poco fueron apareciendo todas las canciones del disco, girando alrededor de mi deseo hacia una chica que quedaba en Madrid, María, su memoria y su ausencia, mis ganas de vivir, los amaneceres y las estrellas del cielo menorquín, la casa del pozo, el cuarto de la música. Viviendo en las alturas como un Arquitecto de Sueños.» Así cuenta el propio Hilario Camacho la gestación de su disco «Estrella del Alba» en 1.977