Las máquinas de coser «Singer» siempre me recuerdan a mi abuela María, sentada trás su máquina en la galería de la casa, pasándole tranquilamente costuras a los pantalones, sin motores eléctricos, sin mp3, ni climatizadores. Discurrían las horas con sosiego. Cada día tiene su propio afán -decía, no sin razón-. Hay tiempo para sembrar y tiempo para recoger lo sembrado. Tiempo para juntar y tiempo para esparcir.
Fotografias de PAOLO DEL FRATE
Nacido en Priverno («LT»), donde nació el 28 de junio de 1975, Paolo Del Frate, se enfrenta por primera vez al mundo de la fotografía cuando comienza a colaborar con el profesor de un curso de base de fotografía, quien, habiendo encontrado al joven considerablemente inclinado al aprendizaje de las diversas técnicas de la fotografía, le anima a continuar sus estudios. Así comienza a practicar el «arte de la imagen» con un ardor y una devoción apasionada cada vez mayores, revelando pronto una sensibilidad visual particular.
A principios de los 90 hace sus primeras experiencias en el cuarto oscuro.
(donde pudo practicar las diferentes técnicas de revelado e impresión) y realiza sus primeras obras «en plein air».
En abril de 1996 tiene su primer lanzamiento público importante. Fue en Priverno, durante su actuación personal, llamada » jóvenes : detalle de una historia «; un paseo por las imágenes a través de la compleja realidad del mundo de la juventud que revela todo su talento para observar y captar su peculiar inquietud y malestar en sus múltiples características con su particular sensibilidad.
En 1997 tuvo lugar una exposición fotográfica en la sociedad cultural «James Joyce», en Roma, donde fué apreciado no sólo por su notable capacidad técnica sino sobre todo por su novedad interpretativa: momentos de vida, personajes, lugares, situaciones que se ven atrapados en su espontánea autenticidad, o cristalizados en una inusitada dimensión de la existencia, se convierten en el intérprete ideal de una narración introspectiva onírica de cierta manera, llena de una poesía atemporal e irrebatible e imposible de racionalizar.
En la mayoría de sus obras, sobre todo en los cuadros exteriores, la realidad objetiva parece ceder el paso a la memoria de una presencia ya no existente pero perceptible, aunque de manera no visual; la memoria perpetua que anhela de repente se convierte en un tiempo presente que nunca cambia. El tema de la presencia – ausencia va a ser el hilo conductor, el narrador de la mayor parte de su obra.
Sin embargo, en las tomas internas, ricas en poder de sugestión, la lente parece detenerse más en la zona crepuscular que en la iluminada, donde la figura femenina con su suave plasticidad e inescrutable misterio, siempre representando su simbólico imaginario, se mantiene ondulada y recatada a la vez que continuamente exasperando de los campos ópticos en un ambiente de oculta melancolía, dando al conjunto componiendo un trasfondo casi metafísico. Estas imágenes, estando separadas, expresan la verdad y la pasión de la vida en un mundo de ensueño por sus movimientos inusuales.
Su trayectoria creativa, también caracterizada por una prueba ininterrumpida, define una personalidad intrigante y compleja, así como un estilo que, a pesar de su continua búsqueda de nuevas formas expresivas, aún se aferra a su lenguaje más íntimo, rico en contenidos simbólicos.
Recientemente ha participado en diferentes exposiciones colectivas, en Priverno, Roma y Módena, y está considerado como uno de los talentos más interesantes y representativos de la nueva generación.
«Nada de erotismo sin imaginación,
mis fotografías materializan mis propios pensamientos,
evocan mis recuerdos,
permitiéndome escapar de este mundo.
La mujer, ser esencial,
sólo se vestía de sí misma.
Respeto.
Admiración.
Catarsis.»
Música para empezar con fuerza la semana:
Streets of NYC – New York Ska Jazz Ensemble
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