La historia del muchacho de Montreal al que se le abrió el cielo un día ante el libro de un poeta granadino (Federico García Lorca), expresión de todo lo bueno que se puede decir de la literatura y merecedor del Nobel de Literatura (él no lo habría despreciado).
En numerosas ocasiones utilizamos su poesía en este cuaderno:
Hay una Boogie Street en Singapur. De día es una calle de comercio, restaurantes y tiendas, tiendas de discos, montones de discos piratas. Una vez le pregunté a un vendedor si tenía algún disco de Leonard Cohen, y me sacó una caja entera con todo mi catálogo, a un dólar cada disco, lo cual me pareció un precio bastante razonable. Pero de noche se transformaba en un hermoso y peligroso mercado sexual donde había prostitutas de ambos sexos, travestis, gente muy hermosa que se ofrecía para satisfacer todas las fantasías de sus numerosos clientes. Así que Boogie Street se convirtió en una especie de símbolo del comercio y del deseo.
O crown of light, o darkened one,
i never thought we’d meet.
you kiss my lips, and then it’s done:
i’m back on boogie street.
A sip of wine, a cigarette,
and then it’s time to go.
i tidied up the kitchenette;
i tuned the old banjo.
i’m wanted at the traffic-jam.
they’re saving me a seat.
i’m what i am, and what i am,
is back on boogie street.
And o my love, i still recall the pleasures that we knew; the rivers and the waterfall, wherein i bathed with you. bewildered by your beauty there, i’d kneel to dry your feet. by such instructions you prepare a man for boogie street. O crown of light, o darkened one
So come, my friends, be not afraid.
we are so lightly here.
it is in love that we are made;
in love we disappear.
tho’ all the maps of blood and flesh
are posted on the door,
there’s no one who has told us yet
what boogie street is for.
O crown of light, o darkened one,
i never thought we’d meet.
you kiss my lips, and then it’s done:
i’m back on boogie street.
A sip of wine, a cigarette,
and then it’s time to go . . .
I was sitting at the Bar Of this Polynesian restaurant When the presence of this young woman Came upon me very strongly. And upon a napkin I began that song, For Janis Joplin at the Chelsea Hotel Leonard Cohen, 1988
Las fotografías se han tomado del sitio «Suicide Girls» y la música -no cabe duda- es de Leonard Cohen
«Te recuerdo claramente en el Hotel Chelsea
Hablabas tan segura y tan dulcemente
Mamándomela sobre una cama deshecha
Mientras en la calle te esperaba la limusina
Esas eran las razones y esa fue New York
Nos movíamos por el dinero y la carne
Y a eso lo llamaban amor, los del oficio
Probablemente aún lo es para los que quedan
Pero te fuiste, ¿verdad cariño?
Solo le diste la espalda a la gente
Y te alejaste, ya nunca volví a oírte decir
Te necesito
No te necesito
Te necesito
No te necesito
Mientras todos te bailaban alrededor
Te recuerdo claramente en el Hotel Chelsea
Ya eras famosa, tu corazón era una leyenda.
Volviste a decirme que preferías hombres elegantes.
Pero que por mí harías una excepción
Y cerrando el puño por los que como nosotros
Están oprimidos por las figuras de belleza
Te arreglaste un poco y dijiste, “bueno, no importa”
The ponies run, the girls are young,
The odds are there to beat.
You win a while, and then it’s done
Your little winning streak.
And summoned now to deal
With your invincible defeat,
You live your life as if it’s real,
A Thousand Kisses Deep.
I’m turning tricks, I’m getting fixed,
I’m back on Boogie Street.
You lose your grip, and then you slip
Into the Masterpiece.
And maybe I had miles to drive,
And promises to keep:
You ditch it all to stay alive,
A Thousand Kisses Deep.
And sometimes when the night is slow,
The wretched and the meek,
We gather up our hearts and go,
A Thousand Kisses Deep.
Confined to sex, we pressed against
The limits of the sea:
I saw there were no oceans left
For scavengers like me.
I made it to the forward deck.
I blessed our remnant fleet
And then consented to be wrecked,
A Thousand Kisses Deep.
I’m turning tricks, I’m getting fixed,
I’m back on Boogie Street.
I guess they won’t exchange the gifts
That you were meant to keep.
And quiet is the thought of you,
The file on you complete,
Except what we forgot to do,
A Thousand Kisses Deep.
And sometimes when the night is slow,
The wretched and the meek,
We gather up our hearts and go,
A Thousand Kisses Deep.
The ponies run, the girls are young,
The odds are there to beat.
Los ponis corren, las muchachas son jóvenes,
las desigualdades están allí para golpear.
Tú ganas un instante, y entonces ya está hecho:
Tu pequeña línea ganada
y convocada ahora para negociar
con tu derrota invencible.
Vives tu vida como si fuera real,
a un millar de besos de profundidad.
Estoy revolviendo trucos, yo me arreglo,
regreso a la Calle Boogie.
Pierdes el control, y entonces te deslizas
dentro de la Obra Maestra.
Y quizás tenga que conducir muchas millas,
y promesas que mantener:
Tú abres zanjas por doquier para permanecer vivo,
a un millar de besos de profundidad.
Y a veces cuando la noche es lenta,
el infeliz y el humilde,
Recogemos nuestros corazones y vamos,
a un millar de besos de profundidad.
Limitados al sexo, nos apretamos contra los límites del mar,
vi que no quedaba más océano
para los traperos como yo.
Lo hice en la cubierta delantera del barco
bendije los restos de nuestra flota
Y entonces consintió en ser hundido
a un millar de besos de profundidad.
Estoy revolviendo trucos, yo me arreglo,
regreso a la Calle Boogie.
Supongo que ellos no se intercambiarán los regalos
que tú habías pensado guardar.
y tus pensamientos están tranquilos
Tu fichero completado
excepto lo que nos hayamos olvidado de hacer,
a un millar de besos de profundidad.
Y a veces cuando la noche es lenta,
el infeliz y el humilde,
Recogemos nuestros corazones y vamos,
a un millar de besos de profundidad.
Los potros corren, las muchachas son jóvenes,
las desigualdades están allí para golpear
«Es verdad que las razones para indignarse pueden parecer hoy menos claras o el mundo demasiado complejo. ¿Quién manda, quién decide? No siempre es fácil distinguir entre todas las corrientes que nos gobiernan. Ya no tenemos que vérnoslas con una pequeña élite, cuyo modo de actuar conocemos con claridad. Este es un vasto mundo de cuya interdependencia nos percatamos claramente. Vivimos con una interconectividad como jamás ha existido. Pero en este mundo hay cosas insoportables. Para verlas, hace falta observar con atención, buscar. Les digo a los jóvenes: buscad un poco, encontraréis. La peor de las actitudes es la indiferencia, el decir “yo no puedo hacer nada, yo me las apaño”. Al comportaros así, perdéis uno de los componentes esenciales que hacen al ser humano. Uno de sus componentes indispensables: la capacidad de indignarse y el compromiso que nace de ella.»
Indignaos (Indignez-vous) Stéphane Hessel
Me sentenciaron a veinte años de aburrimiento
Por intentar cambiar el sistema desde dentro
Ya vengo, ya vengo para recompensarles
Primero tomamos Manhattan, después tomamos Berlín.
Voy guiado por una señal en los cielos
Voy guiado por esta mancha de antojo en mi piel
Voy guiado por la belleza de nuestras armas
Primero tomamos Manhattan, después tomamos Berlín.
De verdad que me gustaría vivir a tu lado cariño
Me encantan tu cuerpo, y tu espíritu y tu ropa
¿Pero ves ahí esa cola avanzando a través de la estación?
Te lo dije, te lo dije, te lo dije, yo era uno de aquéllos…
Ah, me querías como a un perdedor, pero ahora estás preocupada
Por que pueda ganar
Sabes la forma de detenerme, pero te falta la disciplina
Cuántas noches recé por esto,
que se me dejara empezar mi obra
Primero tomamos Manhattan, después tomamos Berlín.
No me gusta su negocio de moda, señor
Y no me gustan esas drogas que te mantienen delgado
No me gusta lo que le pasó a mi hermana
Primero tomamos Manhattan, después tomamos Berlín.
De verdad que me gustaría vivir a tu lado cariño
Me encantan tu cuerpo, y tu espíritu y tu ropa
¿Pero ves ahí esa cola avanzando a través de la estación?
Te lo dije, te lo dije, te lo dije, yo era uno de aquéllos…
Y te agradezco todas esas cosas que me mandaste
El mono y el violín de contrachapado
Practiqué cada noche, ahora estoy preparado.
Primero tomamos Manhattan, después tomamos Berlín.
Ah, recuerda cómo era, solía vivir para la música
Recuerda como era, le sacaba partido a tus comestibles
Bueno, es el Día del Padre y todo el mundo se siente herido
Primero tomamos Manhattan, después tomamos Berlín.
Me resultaría dificil elegir una canción/poema de L. Cohen para cubrir esta entrada, pero ésta («Famous Blue Raincoat») me resulta particularmente agradable. Desgarrada, agridulce por su equilibrio amor/odio/perdón. «Jane vino con un mechón de tu pelo», «Has tratado a mi mujer como un objeto más de tu vida», «Hermano mío, mi asesino», «Te echo de menos…Te perdono». Cohen la escribió en 1971 y en ella, más que aceptar una convivencia a tres, asumía y perdonaba la relación de su mujer, Jane, con un tercero. Lo llamaba “mi hermano, mi asesino”, y le daba las gracias por haberle devuelto a su mujer una mirada serena. El tema era además un cuidado tributo al tres: la letra, escrita como si fuera una carta dirigida al tercero, la estructuró en versos de pies anfíbracos, compuestos por tres sílabas, una larga entre dos breves; la prolongó durante tres estrofas, con tres puentes y tres estribillos, y la guitarra acompañaba su voz oscura también con un ritmo ternario. Las fotografías de Anna Morosini son perfectas para ilustrar esta canción. Sencillas, sin artilugios, dulces y amargas pero realmente hermosas. ¡BUSCAD LA BELLEZA!
VIDEOCLIP
It’s four in the morning, the end of December I’m writing you now just to see if you’re better New York is cold, but I like where I’m living There’s music on Clinton Street all through the evening. I hear that you’re building your little house deep in the desert You’re living for nothing now, I hope you’re keeping some kind of record. Yes, and Jane came by with a lock of your hair She said that you gave it to her That night that you planned to go clear Did you ever go clear? Ah, the last time we saw you you looked so much older Your famous blue raincoat was torn at the shoulder You’d been to the station to meet every train And you came home without Lili Marlene And you treated my woman to a flake of your life And when she came back she was nobody’s wife. Well I see you there with the rose in your teeth One more thin gypsy thief Well I see Jane’s awake – She sends her regards. And what can I tell you my brother, my killer What can I possibly say? I guess that I miss you, I guess I forgive you I’m glad you stood in my way. If you ever come by here, for Jane or for me Your enemy is sleeping, and his woman is free. Yes, and thanks, for the trouble you took from her eyes I thought it was there for good so I never tried. And Jane came by with a lock of your hair She said that you gave it to her That night that you planned to go clear Sincerely, L. Cohen
Son las cuatro de la mañana. Finales de diciembre.
Ahora mismo, te estoy escribiendo,
para saber si estás bien.
Nueva York es frío, pero me gusta donde vivo.
Suena música en Clinton Street durante toda la tarde.
He oído que estás haciéndote
una pequeña casa en medio del desierto.
Ahora, tu vida no tiene sentido.
Espero que escribas algún tipo de diario.
Sí, y Jane vino con un mechón de tu pelo.
Me dijo que se lo habías dado
aquella noche que decidiste cortar con todo.
¿Lo has hecho realmente?
La última vez que te vimos,
parecías mayor.
Tu famoso impermeable azul
estaba gastado por los hombros.
Has estado yendo a la estación a mirar los trenes.
Y volviste a casa, sin Lili Marlene.
Y has tratado a mi mujer como un objeto más de tu vida.
Y cuando volvió conmigo, ya no era la esposa de nadie.
Bueno, te veo ahí, con una rosa entre tus dientes.
Otro debilucho ladrón gitano.
Veo a Jane despierta.
Te manda recuerdos.
Y todo lo que puedo decirte,
hermano mío, mi asesino, es …
¿Qué puedo decir?
Supongo que te echo de menos.
Supongo que te perdono.
Me alegro de que te cruzaras en mi camino.
Si alguna vez vienes por aquí, ya sea por Jane, o por mí.
Tu enemigo estará durmiendo,
y su mujer es libre de hacer lo que quiera.
Sí. Y gracias
por el problema que le quitaste de delante.
Yo creía que estaría ahí siempre,
y por eso nunca había intentado solucionarlo.
Y Jane vino con un mechón de tu pelo.
Me dijo que se lo habías dado
aquella noches que decidiste cortar con todo.
Sinceramente, L. Cohen.
IRA BORDO es una artista moscovita que, aparte de retratos y fotos de moda, da rienda suelta a su imaginación gracias a sutiles y artísticos retoques de la imágen. Las coincidencias de la vida la llevarían hacia la fotografía cuando descubrió las infinitas posibilidades de lo que se podía hacer con una cámara y un ordenador, algo que la fascinaría. Sus fotografias se enmarcan en la moda y los retratos, sin embargo es en sus retoques y montajes fotográficos donde realmente me deja fascinado.
¡Buenas noches!, habitantes del País de los Seres Humanos. Pasad, pasad, de las tristezas haremos humo. El copyright de todo el material incluido en este blog pertenece a los autores indicados expresamente. Aquí únicamente recopilamos lo que consideramos belleza en el amplio sentido del término..